Irlandeses en Antioquia parte 2 (Los Inmigrantes)

Médico-Coronel Hugo Blair Brown (1787-1864)

Una vez finalizada las guerras de emancipación observamos estableciéndose en la región antioqueña a algunos de estos extranjeros que vinieron como auxiliares de los ejércitos independentistas. De ellos, se identifican como irlandeses sólo a tres individuos que respondían a los apellidos Blair, Fergusson y MacPherson, los dos primeros médicos de profesión, mientras que el último fue un lustre músico.

Del primero sabemos que se llamaba Hugo Blair Brown, que nació en 1787 en la villa de Raffi, condado de Donegal, y que falleció en 1864 en la ciudad de Medellín, Antioquia, dejando numerosa y destacada descendencia en la región. Por su parte, de Fergusson se sabe que varios sujetos que vinieron con la Legión Británica portaban este apellido.

En este sentido, en estas primeras décadas del siglo XIX encontramos a un sujeto de apellido Fergusson, ejerciendo la profesión de médico en Antioquia [3]. Respecto a Edward Gregory MacPherson, al que presumimos de origen irlandés por su apellido pues figura como británico, sabemos que fue director de la banda de música de la Legión Británica y que por 1836 se instaló en Medellín, donde fue el fundador del primer conservatorio de esta ciudad, hoy Escuela de Música de la Universidad de Antioquia.

Una vez pacificado el país y extirpado todo vestigio de lealtad hacia la monarquía Borbón, y una vez arrancado del ideario colectivo, bajo pena de muerte, los vínculos o simpatías hacia el ancestro español[4], comenzaron a venir varias oleadas de súbditos británicos, quienes en esta ocasión venían a establecer negocios, recibir concesiones de tierras e instaurar monopolios comerciales. 

Por aquellas primeras décadas del XIX, el poderío comercial y marítimo del Imperio británico, fue el responsable de la presencia de migrantes de esta mancomunidad de naciones, no sólo en Antioquia sino en toda Suramérica, y dadas las proporciones de su influencia —a escala global—, en medio Mundo. En efecto, como se observa en la historia, los británicos lograron a lo largo de este siglo insertarse entre las élites comerciantes, dirigentes y empresariales de toda Suramérica. Ellos dominaron las relaciones comerciales y el flujo de capitales provenientes del hemisferio norte, alcanzando gran poder e influencia —político y económico— donde quiera que estableciera un consulado, banco o casa comercial.

Por ejemplo, a los banqueros que apoyaron con hombres, armas y recursos las guerras de Independencia —origen de la deuda externa latinoamericana—, una vez terminada la contienda, obtuvieron grandes beneficios y excedentes como producto de los empréstitos y bonos de deuda que firmaron con la nueva república. Además del pago de la deuda, y sus intereses por casi un siglo, se les entregaron concesiones de tierras, monopolios de navegación —marítima y fluvial—, empresas del Estado, privilegios comerciales, y derechos sobre el subsuelo, recursos hídricos y medioambientales, entre otros.

Así, a la región antioqueña comienzan a venir inmigrantes británicos sobre todo gracias a la entrega por parte del Estado de monopolios de minas, recursos y navegación como compensación a los empréstitos que la banca anglosajona entregó a la guerra de Independencia. Algunos de ellos se quedaron a vivir en la región y se mezclaron con la población local. Lo anterior indica que en general fue una población dispersa y mezclada, lo que a su vez, creó con el tiempo creó un proceso de miscegenación de gran importancia.

Dentro de los británicos encontramos las comunidades de irlandeses quienes, aunque en menor número, se destacaron frente a otros grupos migrantes en la región en diversas ramas de la sociedad y economía. Muchos de ellos, habrían venido a trabajar en las compañías mineras establecidas por los empresarios y banqueros ingleses en el sur de Antioquia: Supía, Marmato y Titiribí.

En las colonias de mineros establecida en Tolima, Marmato y Supía, actual departamento de Caldas —que estuvo integrado para la época a Antioquia— encontramos entre los centenares de mineros ingleses y alemanes que hacían presencia en el XIX algunos sujetos de origen irlandés como José Eduardo MacAllister, nacido en Bogotá de padre irlandés; Joseph Raphson, del que se afirma era británico, pero según lo indica su apellido tiene raíces irlandesas; y otros sujetos llamados David Davis, Patric Fallon, Eduardo Nicholls, Jorge Williamson, John Kenedy, y .

De igual forma fue contratado para trabajar en las minas de Marmato y Supía el medico irlandés, nacido en Dublín, Jorge Williamson Troop, quien más tarde se radicó en la ciudad de Rionegro, en el oriente de Antioquia, se casó y dejó una numerosa descendencia.

En estas compañías mineras fue contratado Eduardo Nicholls Hughes. Se afirma que vino con un hermano de nombre Paul y que ambos se trasladaron al oriente antioqueño donde establecieron en la Ceja una compañía cervecera en 1858. Los hermanos Nicholls se han tenido como ingleses por algunos historiadores, sin embargo, se sabe por fuente oral —de uno de sus descendientes— que esta familia era de origen irlandés. 

Otro de los individuos que encontramos por esta época es José Russell, al que suponemos irlandés por su apellido. Este individuo figura haciendo varios denuncios de minas en la década de 1820, aunque también se encuentra información que trabajó en Antioquia como funcionario del estanco de aguardiente.

En esta misma época, el ingeniero inglés Tyrell Moore presentó un proyecto al Estado Soberano de Antioquia para el establecimiento de una colonia de 200 familias irlandesas en la zona norte, entre las actuales poblaciones de Yarumal y Santa Rosa de Osos. Al parecer el proyecto contó con la desaprobación y resistencia de la población local, alegando, pese a que muchos irlandeses eran católicos, el rechazo a personas que no fueran de la misma religión y costumbres que los habitantes de esta región. 

Joseph Brown, Mina Illngworth, St. Ana

Si bien esta colonia no se estableció en el norte de Antioquia, o al menos en las proporciones que esperaba el inglés Moore, lo cierto es que encontramos súbditos británicos dispersos, entre ellos algunos irlandeses. Esta colonia pertenecía a un grupo de extranjeros que habían migrado a este territorio y que estaban muy relacionados con la explotación minera. Era en general una población diversa, pues entre estos extranjeros también habían británicos, italianos, alemanes y franceses.

Sin duda, la colonia más numerosa en el norte de Antioquia era la de los ingleses. Se destacan nombres como el mismo Tyrell Moore, Thomas Johns, Raimundo Kent, James Holes, Isaac Pemberthy, Richard Cock, William Cock Williamson, Edwar Walker y Williams Wills, entre otros. 

María Josefa Duque Gluyans

En cuanto a los irlandeses afincados en el norte, encontramos en Santa Rosa de Osos al ingeniero de minas Juan Kennedy —de este origen según lo delata su apellido— y a Ricardo Glullans, quien se casó con la santarroseña Chiquinquirá Rojas. Al parecer Glullans se radicó en Caracolí, lugar donde seguramente estaba dedicado a la minería y donde también dejo descendencia. Especialmente se emparentaron con la familia Duque a través de Rafael Antonio Duque Castaño quien se casó con María Gluyas Rojas y tuvieron varios hijos.

Otros irlandeses que se establecieron en Santa Rosa fueron los hermanos McEwen, nacidos en Cartagena, pero de padre irlandés —uno de ellos, Guillermo fue fusilado en esta población por su participación en la revolución de 1879—.

En otras regiones de Antioquia, a parte del sur y el norte minero, también encontramos otros irlandeses dedicados a diversas profesiones. Es el caso de Juan O'Brien, sujeto que vino en la década de los cuarenta del siglo XIX con el fin de ejercer el oficio de cortador (sastre). Curiosamente, en la profesión de sastre encontramos otros individuos extranjeros de distintas nacionalidades, siendo los más destacados los franceses: Tisnes y Buhot. El irlandés O'Brien se casó en Antioquia y tuvo descendencia, al parecer uno de sus hijos murió a temprana edad de una cornada de un toro en un espectáculo taurino en Medellín.

También por estas fechas vinieron varios ingenieros de diversas naciones europeas, entre ellos encontramos claros orígenes irlandeses en el ingeniero civil Martin Nuget, quien fue contratado para elaborar en 1846 la carta geográfica de Urabá. 

En esta misma zona del occidente antioqueño encontramos a otro irlandés llamado Edward Cullen, médico de profesión y miembro de la Real Sociedad Geográfica de Londres. Cullen fue el encargado de levantar los planos para el proyecto del canal transoceánico del golfo de Urabá y estaba asociado a otros ingenieros británicos como Charles Fox, John Henderson y Thomas Brassey. Todos ellos pertenecían a la Atlantic and Pacific Juntion Company, firma que tenía como objetivo estudiar la viabilidad de un canal que uniera los océanos Pacifico y Atlántico en el Urabá. 

También a mediados del siglo es mencionada en textos de la época una joven irlandesa de la cual no se sabe su nombre y apellidos, su vida es un misterio y solo se sabe que viajó a su patria en la comitiva que partió de Medellín a Europa, encabezada por el inglés Tyrell More. Esta historia es relatada de la siguiente manera por el ingeniero británico: 

Por mayo de 1857 emprendió el Sr. Moore su postrer viaje a través del Atlántico, para visitar a su familia residente en Inglaterra y despachar asuntos relacionados con sus empresas industriales. Ya por entonces estaba casado con la Sra. Nepomucena Mejía y Lorenzana, dama de buena presencia, morena de alta y gallarda estatura y maneras cultas, procedente de la ciudad de Rionegro y sobrina del prócer Liborio Mejía. Ella lo acompañó en el viaje, así como los dos jóvenes entre si primos hermanos y amigos íntimos que contaban 16 y 15 años de edad respectivamente, los señores Santiago Ospina Barrientos y Miguel Vásquez Barrientos, quienes iban bajo la tutela del ilustrado inglés para continuar su educación en Alemania. Acompañábalos también el señor Alejandro Johnson obrero inglés, hábil oficial de carpintería. La señora llevaba por compañera una joven irlandesa, que había venido a Medellín con la señora Carolina Tracy, esposa del joven Uladislao Vásquez; las señoras llevan como ayudante para el paso por la larga y penosa ruta de Medellín a Nare, a un sujeto muy experimentado en asuntos de viajes por caminos arriesgados y muy conocido del Jefe, el Sr. Mariano García, correísta de Titiribí. 

En fechas posteriores se encuentran descendientes del irlandés Federico O'Byrne, establecido en la ciudad de Cali, donde adquirió propiedades y fundó junto a otros individuos británicos algunas empresas agrícolas, especialmente de plantación de caña de azúcar. Algunos de los sucesores del empresario O'Byrne se entroncaron con familias antioqueñas por lo que este apellido se encuentra presente en la región. 

A parte de los mencionados mercenarios, mineros e individuos que practicaban profesiones útiles a la república o profesiones liberales como solían llamarse: ingenieros, artesanos y agricultores, podemos hallar a otros inmigrantes extranjeros que vinieron enrolados en otros sectores de la economía como el de los transportes (fluvial y terrestre). 

En este sentido, el ferrocarril de Antioquia fue una empresa que desde sus inicios contrato a decenas de inmigrantes como técnicos, operarios y obreros. Figuraban en aquella empresa algunos británicos, pero la mayoría de los extranjeros que trabajaron en el ferrocarril fueron traídos de Estados Unidos. Como por ejemplo los cincuenta italianos traídos para trabajar como peones, los cuales rápidamente desertaron por las duras condiciones del trabajo. 

También se habla de la contratación de irlandeses o descendientes de estos pues es ya conocida la tradición de este grupo a migrar a aquel país del norte. De manera que es normal encontrar en muchos de los trabajadores estadounidenses contratados en el ferrocarril de Antioquia orígenes de este tipo —el cual se refleja sobre todo en los apellidos—. Así entre los trabajadores extranjeros del ferrocarril varios acusan raíces irlandesas como los ingenieros James Doyle, John Stack, John y Jeremiah Dorgan (parientes), George Butler y John Daugherty.

En las campañas de la costa atlántica, junto al general antioqueño Rafael Uribe, se destacó un descendiente de irlandeses, el coronel Enrique Higgins, hijo del norteamericano Silvestre Higgins, emigrado a Barranquilla. Esta familia echó raíces sobre todo en Barranquilla, produciendo militares, escritores y hasta boxeadores. 

También de Barranquilla fueron los descendientes del coronel irlandés James Duncan Baird, nacido en Dublín y combatiente de las guerras de independencia suramericanas. Precisamente, a

Ana María Duncan, 1895.

 finales de este mismo siglo, encontramos en la ciudad de Medellín a Ana María Duncan, posible descendiente del mencionado coronel James, aunque también puede provenir de la rama de esta familia que se estableció en Bogotá como descendientes del norteamericano de origen irlandés Parke Duncan Massey. Este sujeto estaba casado con Julia Argáez Williamson, de quien le puede venir su conexión antioqueña e irlandesa, por ser pariente del rionegrero Alberto Williamson Mejía, quien a su vez era hijo del irlandés ya mencionado, Jorge Williamson Troop, nacido en Dublin y migrado en este siglo a la región. 

Después del siglo XIX la migración de irlandeses y en general de súbditos británicos fue menor en la región, pocos sujetos de esta nación se radicaron en Antioquia durante este periodo. Así lo demuestra la escasa mención de individuos de este origen y sobre todo los apellidos que corroboren su presencia. A este respecto, se pueden identificar por la época algunos apellidos irlandeses presentes en la región como Sullivan, que originalmente era O'Sullivan[5]. Según parece este apellido irlandés fue trasmitido a Antioquia por vías maternas, pues a principios de siglo encontramos relacionadas con esta región a las señoras Emallie Sullivan y Marie Sullivan. 

Lo mismo sucedió con el apellido O´Donnel, el cual no se conserva en la región por haber traspasado sus raíces a través de sus líneas maternas, cuando a principios del siglo la joven Cecilia O´Donnel, de nacionalidad irlandesa, se casó con el antioqueño Emilio Díaz Sarrazola, hijo del ilustre geógrafo Ángel María Díaz Lemos y de María Sarrazola —inmigrantes vascos—.

En 1922 aparece adscrito a la universidad de Antioquia otro sujeto llamado Víctor Cork. De sus orígenes se presume eran irlandeses por su apellido que indica vínculos con la ciudad del mismo nombre en la provincia de Munster. 

Después de estas fechas fueron pocos los irlandeses que vinieron a Antioquia y se quedaron en la región. Son sonoros los apellidos Davidson, Fallon, FitzGerald, y Nagles. Sobre los primeros, en el siglo XX aparece en Medellín descendientes provenientes de otras regiones del país como los Davidson descendientes del ingeniero Diego Davidson y los FitzGerald, mineros que vinieron a Antioquia desde Caldas y Tolima, fundando varias ramas de esta familia en la región. 

Otros irlandeses más habrán venido a la región, pero eran sobre todo sujetos que vinieron de paso y no echaron raíces, ni dejaron mayores obras o impacto. Quizás uno de los últimos inmigrantes que se afincaron en Antioquia fue Edward Patrick Duigenan, un irlandés nacido en Dublín, que después de viajar por el mundo decidió quedarse a vivir en un pintoresco pueblo del suroeste antioqueño, seguramente atraído por el paisaje verde y montañoso, muy similar a su natal Irlanda. 

Autor: Jon Erreka