Antioquia un lugar maravilloso

Antioquia, tierra mágica y generosa ubicada estratégicamente en la esquina nor-occidental suramericana, llena de historias asombrosas y gente admirable.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

EL CAMINO DE AYTÁ/AITA


Taita es una palabra empleada por indígenas y campesinos en distintas zonas de Antioquia para referirse al padre de familia. La voz taita en relación al padre, se encuentra extendida por toda América, algunos han afirmado que proviene del quechua, pero lo cierto es que esta palabra se puede observar en varios pueblos indígenas, como por ejemplo los guaraní, quienes de igual forma se refieren a “taita” para decir “padre” o el pueblo “Ingade Aponte”, ubicado en el departamento colombiano de Nariño en referencia a padre originario y protector. Así mismo encontramos la voz taita en Colombia, Méjico, Venezuela, Perú, Chile y Argentina que es empleada por indígenas y mestizos entre otros para referirse al padre o progenitor.
En la macro zona geográfica de Antioquia, Chocó y Darién encontramos una curiosa descripción realizada por los ibéricos en referencia al río Arquía llamado anteriormente el rio taita, un pueblo indígena llamado taitaes y un camino llamado el camino de aita.
Esto sucedió a finales del siglo XVII cuando los europeos llevaron a cabo una serie de campañas con el objeto de “pacificar” (exterminar) a los indígenas del occidente de Antioquia, Chocó y Darién.
Las campañas estaban lideradas por Juan Bueso de Valdés, alcalde ordinario de Antioquia, juez auxiliador y superintendente de las pacificaciones y misiones eclesiásticas. Sus motivos eran contrarrestar el peligro de piratas ingleses y franceses que circulaban por el Atrato, pero sobre todo, “pacificar” a los indios rebeldes, que comerciaban con potencias extranjeras y no cedían el control de sus tierras a sus majestades el rey español y la iglesia católica.
La primera de estas campañas estaba conformada por 2 religiosos, 20 soldados y 30 indios cargueros, las siguientes aumentaron en número e incursiones, extendiéndose por varios años y en el número de soldados, alrededor de 1800 hombres.
En la campaña lanzada en 1684 para rescatar a un grupo de españoles y sus esclavos que habían sido sitiados por los indígenas rebeldes, se puso en evidencia la existencia de 3 caminos por medio de los cuales se podría penetrar el territorio referido y sorprender a los habitantes originarios de estas tierras. Eran éstos el camino de Aytá, el de Ervitá y el de Urrao. En palabras de los españoles podemos observar la descripción que sobre éstos senderos se hizo:

[…] habiendo considerado la parte más conveniente por donde ha de ser la entrada a dichas provincias por haberse remitido a su arbitrio ---- y resolvió que la dicha entrada no sea por el camino ordinario que llaman del Aytá por ser la parte por donde los indios pueden esperarle embarazando dicha entrada y haber en dicho camino algunas poblaciones de dichos indios que pueden servir de embarazo al pronto socorro que se pretende dar a los ochenta hombres sitiados, y para que se les de con la prontitud que se requiere o ---- haga la dicha entrada por el camino de Ervitá por ser el más inmediato a dicho sitio a donde están los dichos ochenta hombres y más breve y sin embarazos de indios ni necesidad de embarcaciones y por cuanto ha muchos años que no se trajina ordena y manda salgan tres hombres baquianos y abran el dicho camino hasta el pie del páramo por ser hasta dicho sitio la parte más serrada y dudosa para seguir el dicho camino y ser de gran inconveniente el andar dudándolo y extraviándose con tanto cuerpo de gente y los dichos tres hombres baquianos vayan a la orden de Pablo Ordóñez soldado de mi compañía los cuales abran luego y déjeles el avío necesario y póngase razón de su salida […]

Las anterior referencia tomada de los europeos sobre el Camino de aita, el río taita y los indios taitaes pone en evidencia la existencia en el territorio del occidente –Antioquia, Chocó y Darién–  la difundida voz aita o taita que se preserva en el idioma de distintos pueblos de América para hacer referencia al padre, fundador o genitor de una familia o pueblo. 
Incluso cruzando el atlántico podemos observar el uso asiduo de la palabra vasca aita, la cual presenta un significado idéntico y formas fonéticas cercanas o relacionables. Esta palabra es empleada en el antiguo y enigmático euskera para referirse a “padre” o “noble”.
De igual forma, la palabra euskerica aita nos trasporta al mito de Aitor fundador del pueblo vasco según el escritor suletino Agustín Chaho (1811 – 1858), en su obra literaria de 1845 llamada “La leyenda de Aitor”.
Aunque algunos autores afirman que el mito de Aitor padre de los vascos se produjo a través de un pequeño descuido en la traducción de la variedad del euskera suletino que se presenta en Francia a otra empleada en los 7 territorios.
La anterior referencia afirma que Chaho habría empleado la palabra “aitonen semek” para decir “hijos de buenos padres”; pero al pasar a otras variedades de euskera fue sustituida la letra “ene” por la “erre”, quedando “aitoren semek”, que traduce “hijos de Aitor”. De esta manera, según la leyenda, los siete hijos que tuvo Aitor fueron los creadores de las siete provincias de Euskal Herria.

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