Hasta los gallinazos tienen rey

  El ejército bolivariano se convirtió, desde su exilio en las Antillas, en una fuerza irregular y extraterritorial, con una capacidad permanente de reclutamiento de soldados –gran parte de ellos mercenarios extranjeros y levas forzadas–, armamento, municiones y demás provisiones para la guerra . Fue precisamente la irregularidad y la extraterritorialidad las que dotaron a las fuerzas insurgentes de gran flexibilidad y capacidad de maniobra para enfrentar los ejércitos del rey, ya que podían ofrecer combates en distintos puntos a la vez, empleando tácticas de guerrilla y desgaste . 

  Otra de las claves para entender la capacidad militar que desarrolló el ejército bolivariano se encuentra en el número de mercenarios de distintas nacionalidades que logró aglutinar en sus filas. Mathew Brown trata con detalle la participación de los cuerpos de voluntarios extranjeros –británicos, alemanes, italianos, franceses, polacos, antillanos y norteamericanos entre otros–, y el papel que tuvieron en el desenlace de las batallas más importantes libradas en esta parte del imperio español . 

  Sobre esto, el coronel del ejército pacificador José María Barreiro, en julio de 1819, en Paipa, en su informe al virrey Sámano ofrece una descripción del papel hegemónico que tuvieron los mercenarios en el ejército que participó más tarde en la batalla de Boyacá. Se trata de una parte de la Legión Británica, que pasó a llamarse Albión, y que posteriormente formó el batallón Rifles con los reductos de la Legión Irlandesa (desmantelada por la deserción masiva de irlandeses de sus filas) y la llamada Legión Hannoveriana. De ahí que fue apenas lógico que gran parte de la oficialidad de este cuerpo fuera de nacionalidad extranjera como se observa en sus apellidos. 

  También debemos sumar al Batallón Rifles un número importante de antillanos, llamados “negros franceses” por ser la mayoría originarios de las ex-colonias de Francia. Su número y aportes a la independencia aún no ha podido ser cuantificado, por lo que podría acrecentar el total de mercenarios extranjeros que se dice participaron en las guerras de Suramérica. Tomando a Barreiro: 

“El batallón de los Rifles tendrá como 250 plazas, la mayor parte negros franceses de Santo Domingo; es el cuerpo de más confianza que tienen por su intrepidez y desenfreno. El batallón de ingleses son 200 hombres de fuerza, gente buena pero muy delicada en estos temperamentos y terreno agrio, que les impide el marchar” . 

  En contraste con el número de mercenarios extranjeros empleados para la guerra, el ejército realista era mayoritariamente un ejército nacional, compuesto por súbditos fieles a la nación española y paradójicamente nacidos en su mayor parte en América . Particularmente, porque los contingentes llegados desde Europa con la expedición de Pablo Morillo, unos 12.254 soldados , se redujeron considerablemente a causa de factores asociados a la mala alimentación, desgaste y agotamiento, difícil aclimatación a tierras cálidas, templadas y frías en una misma campaña, enfermedades tropicales y caídos en actos de guerra (batallas y emboscadas).

  Sólo a partir de agosto de 1819 el proyecto liderado por Bolívar había logrado el dominio de una parte del territorio venezolano y de la zona central de la Nueva Granada, más por la incapacidad de los ejércitos del rey para ejercer control sobre tan vasto territorio que por el apoyo popular que recibió. El bando realista por su parte se quedó esperanzado en la llegada de un nuevo contingente expedicionario, mientras sus ejércitos y leales, por medio de una cadena de errores de tipo táctico y militar, fueron sometidos, reducidos, dispersos y desintegrados por las huestes bolivarianas .

Fuente: John Alejandro Ricaurte, “Hasta los gallinazos tienen rey”. Guerrillas armadas y otras formas de resistencia contrarrevolucionaria en la provincia Antioquia (1813-1830), IDEA, Medellín, 2018.